“¿Sabes cuántas preguntas puede hacerse una persona a lo largo de las sesenta cuadras que se estiran desde nuestro apartamento hasta ese hotel? Por lo menos cuatro por cuadra, o sea 240 preguntas, todas inconducentes y disparatadas. Pero entre todas ellas había una pregunta reina, una duda más pertinaz que las demás, y era si tú me querrías, Agustina, si me seguirías queriendo pese a eso que te había sucedido y que yo aún no sabía qué era.”
Delirio, Laura Restrepo.
Soy de esas personas a las que no les gusta correr, soy muy mala para los deportes en equipo (mi falta de coordinación es evidente en esos casos), no tengo bici, ni paciencia para ir a un gimnasio, así que cuando me agarra la onda deportiva me dedico a nadar. ¿Sabés cuántas preguntas puede hacerse una persona a lo largo de 50 metros lineales de agua?
Una vez que tengo controlado el asunto de las brazadas, patadas y respiración (es decir, cuando estoy segura de no tragar demasiada agua y mantenerme a flote) debo controlar a mi cabeza. A veces me dedico a buscar fórmulas para darme ánimos y seguir nadando. Otras, me dedico a pensar en vos y las múltiples formas de sobrellevar tu ausencia. Pienso en las cosas que dejo de hacer, en las promesas que no he cumplido, en la gente que quiero, que no he visto hace mucho, en las cartas que debería escribirte para que sepás que te pienso.
Entre mis líneas sin respuesta podría contarte, por ejemplo, que me gusta ver el reflejo del sol debajo del agua, que mi piel ya tiene ese peculiar olor a cloro y que el sol quema mi espalda. Que cuando nado estoy sola conmigo misma y no tengo esa puerta de escape que es la música cuando manejo de noche. Que exploro los rincones de mi cabeza para descubrir dónde guardo el recuerdo de tus sonrisas y de las cosas lindas que me dijiste alguna vez.
Definitivamente “Delirio” uno de los mejores libros de mi compatriota Laura Restrepo.
…y nadar…nada mejor para escapar del mundo y perderme en mis pensamientos.
Abrazos.
“La mujer que amo se ha perdido dentro de su propia cabeza, hace ya catorce días que la ando buscando y me va la vida en encontrarla pero la cosa es difícil, es angustiosa a morir y jodidamente difícil; es como si Agustina habitara en un plano paralelo al real, cercano pero inabordable, es como si hablara en una lengua extranjera que Aguilar vagamente reconoce pero que no logra comprender. La trastornada razón de mi mujer es un perro que me tira tarascadas pero que al mismo tiempo me envía en sus ladridos un llamado de auxilio que no atino a responder” Delirio. Laura Restrepo
A veces simplemente cuando te pierdes en los ires y venires que tu cabeza tiene, no importa si caminas o nadas, importa lo que buscas. . . ¿sabes qué buscas? o sólo buscas. Recuerda que finalmente Aguilar encontró a Agustina ohhhh Agustina se dejó encontrar????
Un Abrazo,
Hola Juliana, de acuerdo totalmente, Laura escribió un libro maravilloso 🙂
Abrazos pa'ti
Hola Kashi, un abrazo gigante para ti, con búsquedas y todo 🙂
Nadar… ah que rico se siente nadar. Comparto contigo la sensacion de libertad en soledad que solo puede darte el tiempo a solas nadando.
No se pueden hacer preguntas mientras nadas, bueno … no a otra persona, sin tragar un poco de agua clorada.
Debo admitir que me gusto… pasare mas seguido.
Abril
Gracias Abril, abrazos pa'ti 🙂