Es domingo por la tarde y por primera vez en mucho tiempo, años quizás, tuve un tiempo para quedarme sola y pensar un poco. Me pregunté por qué te extraño, por qué sigo pensando en vos aún cuando sé que no estaremos juntos; que no te encontraré por los barrios de mi realidad.
Pensé en los silencios, en las explicaciones no dadas, jamás pedidas. Pensé en muchas alternativas para justificarme; sin embargo, no lo haré. Afuera de esta ventana está la ciudad, la hermosísima ciudad y es muy tarde para seguir con el tren de pensamientos que me lleva a todo lo que pude hacer mal.
Sé que estás en algún lugar a miles de millas de acá. Sé que esperás por mí, que un día de estos todo estará bien porque a veces encuentro una respuesta en la nostalgia que me trae tu nombre. Porque la esperanza puede llegar en forma de hoja seca y quedarse en mi zapato.
Eso de estar solo tiene sus ventajas y desventajas, se siente taan bien pero te hace pensar a veces en cosas tristes, un abrazooooooote Adelou.
Hola Yorch, espero que estés muy bien y que por lo pronto no estés pensando en cosas tristes 😉
abrazos por millares para vos