Se me acabó el año de nuevo. Uno más a la cuenta. Lo sé porque el sol cae perpendicular sobre el vidrio de mi carro a las ocho de la mañana y no me deja ver bien la calle y al resto de partículas que conforman ese río que se mueve lento, lento en el camino para llegar a la oficina.
Lo sé porque en la radio te atosigan con la músiquita navideña, por los santacloses azules que algunas empresas decidieron que eran más originales que los clásicos santas vestidos de rojo, por las luces, porque siempre llegan las luces.
Lo sé porque renuevo la promesa de que un día de estos si me largo, a una isla desierta, a trabajar en algún macdonalds de California, a vender helados frente al Kremlin, a vivir por ahí.
y otro año que se le va a uno con promesas como agua entre las manos, promesas que no nos cumplieron y promesas qeu dejamos de cumplir, se nos va muriendo el año entre lamentos, arrepentimientos y glorias efimeras de un pasado que quisieramos revivir, esta epoca del año por su comercializmo me cansa un poco, ver a un viejo (santa clos) riendose no es de mi simpatia, oir la cancion del buki de navidad sin ti es ya tan tipico como el arbol gallo y toda la amontonazon digamos que no va conmigo, un buen post y un buen blog, como dira Charly Garcia, estas Demoliendo Hoteles!!! con este blog saludos.
Buen comienzo, pero… eso de los unites… ¿a ver papanoelitos rojos?>>Gracias.>>Y, saludos.
Son poemas: bueno, ahora hasta nos meten santacloses verdes por los ojos, jajajajaja.>>por lo menos sobrevivimos la época.>>Saludillos
Gracias black wizard por tus comentarios, se hace lo que se puede 😀>>Ya veremos que promesas se nos rompen este año, por lo pronto, a seguir con los blogs.>>Saludillos