Por lo regular tengo frío, o por lo menos la certeza del frío. Ello me impide usar camisetas o blusas sin mangas; las prefiero de manga larga aunque haya un calor del diablo. Admito que cuando el verano se pone tenaz uso playeras o blusas de manga corta pero no porque me guste.
Esa certeza de un frío constante me ha hecho desarrollar una de las manías con la que mis novios tienen que aguantarme, me robo sus suéteres. No hay nada mejor en el mundo que robarte un suéter que huela a él, con el cual el abrazo se prolongue por días enteros. Sé que hay gente que se roba piezas de ropa algo más “interesantes”, pero a mí me gustan los suéteres y su maravillosa capacidad de aislarte del mundo, del frío.
Para mí, los trofeos eran las colas o los ganchos de pelo. Los cabellos, además… hasta que por salud mental los tiré.
Pues a mi me gustan que tengan piernas. Me gusta eso de sentir la piel ya sea que fria o caliente. Eso de la saliva es el mejor accesorio. Me gusta q siempre vistan una sonrisa. Pero no una cualquiera de esas de vendedor o de ingenua. Me gusta una dulce sonrisa. Asi como la tuya. Justo con el tono de vos tuyo, como cuando tornas un poco la cabeza al lado para preguntar cosas.>>Me gustan los dedos en mi cara. en mi boca. Me gustan en el pelo.>>me gusta la ropa esa “interesante” pero de algodon. Pero me gusta mas que no este y que sean mis manos las culpables de que no este.>>Yo podria vestirme de esas cosas. Y solo con esas cosas. No necesito ser un ropavejero. Me basta con ese inmenso accesorio de recordar tu sonrisa… pero no sola. se requiere de la piel. de los labios. De esos ojos que preguntan. todo es incompleto si tu, no ladeas tu cabeza. Una cosa que falte y me desvisto.>>Solo con todo esto que te menciono. Podria sentirme vestido.
Hola duff man, ¿cómo va todo con los gatos?>>A veces la salud mental es la prioridad, aunque comprendo totalmente el fetiche.>>Abrazos
Anónimo:>>pos si, por complicada que soy siempre ando buscando ropavejeros, jajajaja. Creo que yo misma soy una ropavejera incurable. Es más, soy una de esas indigentes que siempre andan con mil suéteres encima. >>No sabía que ladeo la cabeza para preguntar cosas, curioso es.