Desperté pensando en cuál sería el antónimo más adecuado para sublime. Cuando abrí los ojos me invadió una sensación que nada tenía de: “Excelsa, eminente, de elevación extraordinaria”.
Después de los 35 kilómetros de diario llegué a un diccionario que me regaló, entre otros vocablos, vulgar, ruin, abominable, material, bajo, mediocre. En ese momento supe que ninguno se acercaba a ese dolor de cabeza, a mi estómago blandito, a la certeza de una soledad inconmensurable y a esa cierta náusea (de la que llega después de demasiadas cervezas).
Desperté con el corazón roto en 525 partes iguales, con la certeza de que no hay nada en el mundo más sublime.
Interesante cada uno de los post, me fascinan como se mezclan con el gracil recorrido de la retina.>>Te felicito por este lindo blog.>>Un abrazo a la distancia. Te invito a mi blog donde serás bienvenida.
Hola Fernando, gracias por tan amables comentarios :o)>>Seguro que me daré una vuelta por tu blog.>>Saludillos
Inmediatamente pensé en “vulgar” (en referencia al antónimo de “sublime”). >>Me está gustando cómo escribís.>>Saludos,>>Julio E. Pellecer S.
Hola Julio, pues gracias por la flor. >>No se, creo que a veces si soy casi, casi vulgar (como la cancion de Bose)jajajajaja