en un semáforo

22 agosto, 2006 Uncategorized

Quedo atrapada en una trampa de arena, el semáforo en rojo me impide continuar mi camino libremente. 45 segundos de espera viendo gente atravesar la calle, viendo al tipo del carro de al lado que se hurga la nariz sin reparo alguno, viendo a varios vendedores que a estas horas de la mañana ofrecen sombreros, chicles, lástima.

De pronto 30 segundos de luz verde que generan una cantidad inconmensurable de bocinazos y mentadas de madre, para que salgas de tus pensamientos y entres de nuevo en la carrera de obstáculos que son esas cinco calles que te separan del próximo semáforo. Si todo va bien llegarás y pasarás de largo.

Si todo va bien, porque de lo contrario un tipo necesitará los dos carriles para parquear la suburban que nunca será suya y una fulana irá a 10 kilómetros por hora hasta estar segura de que puede virar a la izquierda. El tiempo es tan relaltivo que te parecerá que pasaste horas esperando para llegar ahí.