Me veo en la obligación de llegar a la oficina, aunque esta mañana haya visto a dos gatos negros muertos en la carretera. Me veo en la obligación de retomar los caminos, de abrir puertas e intentar nuevos puentes.
Los últimos días han sido extraños, decadentes quizás. Sería de encontrar la manera de reconciliar las frías mañanas con el hecho de volver.
si la melancolia, la incertidumbre en los dias grices de enero supieran que es inicio de año y que retomar la vida enderezarla en el camino adecuado es dificil, talvez seria buena una tregua entre el tiempo y nuestros pesares para poder no olvidarlos pero acomodarlos en la comoda de nuestros tormentos personales, al fin y al cabo nuestros.>>sin embargo a veces es bueno repetirse lo que por alli dice una cancion: yo no quiero ya verme tan triste, yo no quiero sentir esta depresion, y no querer volverse tan loco.
Hace rato que no me visto de rojo, pero sé que de alguna forma la ternura siempre gana, somo diría el Tanguito, el amor es más fuerte. >>Por lo demás, siempre es bueno un mantra que nos mantenga a salvo, aunque a veces la alegría sea solo brasilera.