Ayer mi hermana me recordó que hay circos alegres y circos tristes. Luego pensé que a veces alguien se lleva el mes de abril y no te avisa. Después jugué tetris hasta que mi cerebro entró en coma. Hoy desperté y no te dediqué mi primer pensamiento de la mañana, todo es una cuestión de actitud. Más tarde en el carro pensé que si le dedicara el tiempo del tráfico a hacer el amor con vos, probablemente estaría más cansada, aunque con un cansancio distinto, claro.
Si en lugar de pasar horas entre las ruedas de camiones y carros pudiera pasar horas entre tus sábanas quizás también me aburriría de vos y preferiría salir a caminar por esas aceras en que a nadie le gusta pasear. Es un poco de pan con lo mismo, no te gusta lo que tenés y siempre le andas buscando tres pies al gato. Ya llegaremos al otro lado del camino. Por lo pronto te extraño, mi cuerpo te extraña.
Hay circos tristes en que los payasos saben demasiado bien que todo depende del simple disfraz.