La luna está llena y yo pienso en vos.
Ayer iba en la carretera a esa inevitable hora en que los camiones despiertan y pensaba inevitablemente en vos.
La luna te acarrea a mi mente y no logro sacarte de ella hasta que la luna mengua. Curioso ciclo en el que tu imagen se llena y se vacía al ritmo de una pelota que llena el firmamento y se atraviesa por mi camino cada cierta cantidad de curvas.
La luna que vi era blanca, no era como esas lunas rojas que presagian algún evento brutal y lamentable; supongo que era una buena luna para soñar con vos.
Es inevitable, mis lunas llenas te pertenecen.