La mitad del problema

5 febrero, 2022 del día

En mi familia tenemos dos mitades, una es Loukota y la otra es Estrada. Los Loukota son más serios, introvertidos, puntuales al punto de ser impuntuales porque siempre llegamos antes a los lugares y nos jode en la médula que la gente invite a la 5:00 y el evento empiece a las 5:30 y te digan que invitaron antes porque la gente siempre llega tarde. Los Estrada son más parranderos, bulliciosos, siempre con un chiste picante a la mano, familia de mujeres fuertes y luchadoras.

Todos los primos Loukota tenemos rasgos comunes con los que nos identificamos. Somos parte de esa manada y eso nos da cierto sentimiento de pertenencia en el mundo, es ese no sentirte tan solo en tu rareza. Si yo le hablo a cualquiera de ellos y le cuento que me pidieron ser menos Loukota en el trabajo, todos me van a entender, se van a reír y me van a preguntar ¿qué, te pusiste demasiado sarcástica? ¿Demasiado estricta? ¿Demasiado rígida? Aunque cuando la gente “se queja” suele ser una mezcla de esos tres factores principales, que de ninguna manera son los únicos porque luego viene el balance que nos da el otro apellido.

El caso es que hace unos días me pidieron ser menos Loukota, claro, no con esos términos porque eso es un chiste interno en la familia. Me pidieron moderar un poco mi forma de pedir las cosas porque hay gente que, digamos, se intimida con mi forma de ser. El argumento venía en forma era que los líderes deben saber cómo hablarle a cada persona de su equipo e ir jugando ese juego de máscaras para tratar con cada uno. O eso fue lo que entendí.

Puede que me equivoque horrores, pero no logro evitar preguntarme si a los hombres de mi familia alguna vez les han pedido que sean menos estrictos, menos directos, menos sarcásticos, menos Loukota. Quizás esas características que a mí me vuelven “intimidante” a ellos los vuelven mejores líderes con sus equipos. Al final es de esas cosas que no puedo contestar porque tampoco me desvelan tanto. Fue la pregunta que me he hecho en estos días y volví a este espacio para plantearla, porque en algún lugar debe uno dejar sus dudas para que no te consuman.