Cuando uno se corta un dedo, con una cuchilla por ejemplo, pasa varios días lastimándose la herida. Te topás en todos lados o apoyás sin querer el dedo contra el borde de la mesa o del timón del carro. Continuamente recordás la herida y meldecís el momento en que te la hiciste.
Anoche soñé con vos. Cuando eso pasa hay algo que me duele y no sé dónde ponerme la curita para que el dolor no me desangre. Amanecí con tu iamgen en la cabeza, y ha sido como un dedo lastimado que se topa en todas las paredes.
El sueño fue uno de esos conceptual incomprensibles que suelo tener, pero lo que al fin y al cabo importa es que estuvieras ahí. Un día de estos te voy a encontrar, como la mujer de ojos de perro azul, y sabré que eras vos. Que todo el tiempo fuiste vos. Quizás ese día deje de sentir esta punzada que me da a veces.
hay heridas que nunca cierran, hay dolores en el corazon que al pasar los años sangran, esparte de estar vivo mi querida amiga, es parte de saborear el dolor de haber amado alguna vez. Somos masoquistas queriendo tocar una y otra vez esas heridas, si quieres ponerle una curita ya probaste con guardar las heridas en un baul con llave?? si no te late, pues de todas formas te envio un abrazo…
Agradezco el abrazo. Aún para nosotros los masoquistas a los que nos encanta meter el dedo en la llaga repetidas veces, es reconfortante un abrazo de buena mañana.