Los motivos del beso

14 julio, 2011 del día Uncategorized

Ella no es de las que hacen promesas. Sería incapaz de decirle que le promete esperarlo, que le promete que su corazón estará reservado solo para él, que finalmente comprendió el valor de Penélope y se siente capaz de tejer y destejer hasta que él vuelva, aunque pasen décadas. Ella sabe que él necesita irse, crecer, buscarse la vida. Ella sabe que debe buscar su camino también, hasta que en algún punto ambos se encuentren de nuevo. Entonces ella siente. Le falta el aliento cuando piensa en la distancia. Se le llenan los ojos de lágrimas, porque lo que pasa en su cabeza y en su corazón es irreconciliable. La razón le dice que espere y no lo inquiete; el corazón la urge a que le escriba, a que lo extrañe, a que le haga promesas, a que imagine que él podría incluso volver a buscarla. Ella respira hondo, espera tener un pequeño espacio en su corazón, que él también la extrañe, que espere que ella lo espere.

Ella cierra los ojos, no se anima a robarle un beso de despedida porque sabe que el beso sería la promesa.