Son curiosas las formas que tiene la nostalgia para aparecer. Uno sueña con gente a la que no ha visto hace demasiado tiempo, se encuentra una foto de aquellos días. Se da cuenta de que una vez más está buscando el libro que siempre se pierde cuando se le necesita. Han pasado algunos años ya, desde la última vez que platicamos en serio.
Y es que de alguna forma los eventos importantes van quedando atrás. Ya no es lo mismo, ya no soñamos lo mismo. Todo se convierte en una serie de decisiones tomadas que ya no tienen vuelta de hoja.
Todavía no me explico por qué no tomo el teléfono y te llamo, por qué prefiero la distancia que cada día te arrastra más lejos. Quizás porque somos personas distintas ahora, quizás porque ya no sabríamos por donde empezar.