Pensamiento circular

13 junio, 2011 del día Uncategorized

Ayer no te vi. No tengo noción alguna de dónde pudiste estar. No sé si pasaste el día solo, con tu familia, con amigos, con ella, con su recuerdo. Ignoro si en algún momento pensaste en mí, si aparecí en alguna de tus conversaciones. Ahora pienso en vos en retrospectiva, ayer pensé en vos cuando me lavé los dientes por la mañana, cuando faltaban diez minutos para almorzar, cuando llegó la noche y comprobé que no te aparecerías en alguna de las esquinas de mi día.

Amy Winehouse me separa de vos un momento, me arrastra, me lleva al lugar en que ya no queda más lo que un día fue Because we are best friends, right?, estoy a punto de entregarme a la desazón de pensar en vos como una posibilidad fallida, de caer en la trampa de saberte ajeno a mí, cuando el ruido del agua que cae en el aluminio del lavatrastos y el ruido de la loza de los platos que apilo uno por uno después de enjuagarlos me da una pausa. ¿Qué estarás oyendo vos en este instante? ¿Chopin, el ruido de los carros en la calle, grillos, el silencio de un segundo que pasa? No me subo al tren de pensamiento que me llevaría a la realidad de saberte lejos. Dos segundos después Paralamas me salva, porque me recuerda que Aonde quer que eu vá levo você no olhar. Termino con los platos y le llega el turno a los cubiertos, que caen dentro del recipiente con un ruido metálico y masivo. Lavo platos, pienso en vos, ¿tengo que decirte que aparecés en mis lugares cotidianos, que llenás de vida los momentos en que solo oiría agua caer?