Siete jardineros están tirados en la grama, el pretexto de arrancar la mala hierba es un buen pretexto para disfrutar un poco del jardín que no les pertenece, pero que cuidan todos los días.
Paso a su lado y los oigo conversar. La vida es simple a veces, los dilemas se resuelven con un poco de sol a la hora correcta. Cuando llueve, sin embargo, los jardineros no aparecen por ningún lado, estarán refugiados en un lugar menos evidente.