Creadores deprimidos y eso

6 noviembre, 2023 Artículos Poesía

He tenido muchas veces esta discusión con Villacinda, le hemos dado toda clase de vueltas y jamás nos hemos puesto de acuerdo. Tampoco me había detenido a recopilar mis argumentos, o tal vez ni siquiera los tenía tan claros, pero no le digan a Villa. El caso es que de la última vez que lo hablamos me quedé pensando, ¿de verdad creamos mejores cosas cuando estamos tristes? Es decir, ¿la creación de una obra artística requiere que su creador esté profundamente triste?

Antes de responder esas preguntas quiero que todos estemos en la misma página. Hay varios tipos de creadores deprimidos. Primero tenemos ese bien conocido cliché del artista atormentado. A ese lo conocemos todos porque incluso salen en series de televisión, en caricaturas. Se visten de negro o, por lo menos, de gris oscuro. Leen libros super densos y su obra se destaca por centrarse en las oscuras regiones del actuar humano. Luego vienen esos que parecen funcionales, pero que terminan apagando su propia vida de un tiro, en las aguas de algún río o con algún otro conocido método de suicidio, esos no son tan fáciles de reconocer en el mundo cotidiano, de ellos solemos saber porque su obra es impresionante y nadie lo vio venir. Hay también de los que son jóvenes, suelen ser jóvenes. Viven una ruptura amorosa y de ahí devienen poetas, o cuando menos, dramaturgos.

Seguro hay más tipos, pero esos tres y los otros que podríamos enlistar tienen en común crear en un estado de profunda tristeza, parece que de ahí sacan su fuerza y por eso es más fácil pensar que nadie que esté feliz puede hacer una obra de arte que valga la pena. Quizás porque escribir desde la felicidad es mucho más difícil o porque escribir la felicidad y que se vea auténtica es una tarea compleja.

¿Hay que estar triste siempre?

La respuesta corta es que, según yo, no es necesario. Yo creo que lo que sí es imperativo es haber conocido la tristeza alguna vez, así como es imperativo haber conocido la alegría o el deseo. Los artistas que valen la pena, los escritores que valen la pena son personas capaces de reconocer lo profundo de las emociones humanas en sí mismos y en los demás. Quizás los creadores deprimidos tengan una sensibilidad especial que los hace apreciar con más cuidado los momentos de felicidad y sean capaces de llevarnos de la mano a las turbias aguas de la tristeza. Sé que no podemos vivir sumergidos siempre en la tristeza y por eso Hemingway, Virginia Woolf, Quiroga. Porque no somos seres unidimensionales definidos por un solo sentimiento, porque la alegría hay que verla, aunque sea de lejos. Creo que los creadores más brillantes, los que llevamos con más cariño en la mochila de recuerdos que siempre nos acompaña son los que logran llevarnos por el crisol de emociones sin dejarnos caer del todo en alguna de ellas.

Les dejo acá un conversatorio en que Rosa Chávez y Simón Pedroza dieron su opinión sobre este tema.