Cuando me enfrento a esa

23 julio, 2024 De mí

Tengo muchos años siendo yo como para no reconocerme en ciertos reflejos o como para buscarme en otros que sé que no me pertenecen. Sin embargo, llega ese día en que alguien me aterriza a la realidad, en que otro alguien me dice que carezco de empatía y en que uno más me dice que soy desleal. Entonces, no puedo evitar cierto temblor, cierta certeza quebrantada. La que yo reconozco en los ojos que me devuelven la mirada desde el espejo sabe que no es cierto, que no debería importarme. Que ni siquiera tendría que enfrentarme a esa que no soy.

Pero acá estamos, me toca reconocer que intento resguardarme en las paredes de un blog que hace tiempo no me alberga, porque de alguna manera acá están las palabras que me han representado durante años. Acá estamos, mis certezas y yo, intentando vernos de nuevo a los ojos y diciéndonos que sí somos empáticas, que podemos ser infieles pero jamás desleales. Que no hay realidad que valga si tenemos la fuerza de volver acá a escarbar un poco entre las cenizas y descubrir que hemos renacido muchas veces gracias a estas letras, a cada una de nuestras palabras.

Si tengo que ponerlo en términos de la cultura pop, es como cuando al final de la película Scott Pilgrim debe enfrentarse a su yo malvado. Él se encierra con su yo negativo y terminan en buenos términos, no es un mal tipo. A veces a mí también me toca recordar que esa a la que enfrento en ciertos comentarios podría ser yo, pero no tengo tiempo para explicar por qué no lo soy, por qué no me da la gana serlo.